viernes, 8 de agosto de 2014

De Praga a Madrid.

Así amaneció en Praga, el día en que desperté con ansias de reactivar la vida viajera.



Tras el traslado aportado por una agencia checa, arribé al aeropuerto. Si, si, esta vez... no voy en tren. voy en avión.





Espera en el aeropuerto, check in, embarque...


... y a subir.





Es una nube, no hay dudas.


Dos horas cuarenta minutos de vuelo me condujeron, una vez más, a la capital de España. El mismo día de mi llegada salí a las calles para almorzar y continuar con la costumbre de tomar fotos. Madrid es inagotable, y los últimos posteos del viaje lo demostrarán.

Adelantos:

Palacio Real.


Plaza de Oriente


Museo del Prado.

Puerta de Alcalá.




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