Estimadas y estimados, todas y todos, ¿cómo dicen que les va? Espero que muy bien.
Me dispongo a seguir subiendo fotos acompañadas de algunos comentarios. Es mí idea trasmitirles lo bella que es esta ciudad. Con dicha finalidad he armado un paréntesis o capítulo aparte -como prefieran llamarlo- en honor al río que abraza París. En el año 1991 el Sena ha sido honrado con el título de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, y aquellos que fundamentaron tal decisión argumentaron lo siguiente:
"Desde el Museo del Louvre hasta la Torre Eiffel, desde la Plaza de la Concordia hasta el Grand y el Petit Palais, la evolución de París y de su historia pueden verse desde el río Sena. La catedral de Nuestra Señora y la Santa Capilla son obras maestras de la arquitectura, mientras que los amplios barrios y bulevares de Haussmann influyeron en el urbanismo de todo el mundo a finales del siglo XIX y durante el XX".
Aquí un vistazo.
Un sin fin de puentes (por ahí leí que más de treinta de punta a punta de la ciudad) cruzan el río. En cuanto a su navegación no sólo es turística, sino que también de transporte carguero y comercial. Entre una orilla y la otra se dispone un segmento de islas que soportan importantes edificios históricos.
Caminando por las calles inferiores, linderas al río.
(Era temprano a la mañana, por eso la carencia de seres humanos alrededor).
Un parking de privilegios.
Detalles por doquier.
Y no podía faltar el punto de encuentro favorito entre La Maga y Oliveira (Rayuela; Julio Cortázar, 1963).
El Puente de las Artes con su sinfín de candados enamorados...
Si están en París con su amorcito y se han olvidado de llevar un candado, no se preocupen, por ahí anda un ñato -aprovechando que el amor es ciego y el euro caro- que te vende candado, fibrón indeleble y hasta te saca una foto, merci beaucoup.
Última foto que, si son buenos observadores, anticipa la próxima entrega de este Cronopio viajero.
Las campanas de...
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